Ayer festejamos la democracia y este período de 12 años que nos dejo llenos de orgullo, Orgullo de pertenecer a un movimiento que incluyó, que nos rescató al decirnos que "la patria es el otro". Y lo hizo desde el pozo del infierno. No fue solo Néstor, no fue solo Cristina. Fue la sociedad argentina que un 19 y 20 de diciembre dijo basta. Recuperamos el amor a la patria y el amor a los otros. Recuperamos la solidaridad y el sentimiento de pertenencia. En fin, ayer celebramos, como o lo hicimos siempre, de la mano del amor que solamente puede tener el pueblo. Hoy empieza un nuevo período pero iniciado esta vez con la ya tristemente conocida judicialización de la política. Sólo que ahora es mucho más grave porque cuestiona profundamente parte de la misma democracia. Una democracia que hoy nació como cautelar, que estableció la presidencia de Macri desde las 0 horas del 10 de diciembre basándose en el Código Civil. En el interregno, la presidencia de Pinedo de forma irrregular ya que según la "justicia" quien era presidente ya, era Macri, Esta justicia me asusta, este respeto a las insitituciones y a la República me asustan todavía más. Mientras tanto la Constitución agradecida. Cambiemos esta mostrando una impunidad solamente conocida cuando justamente la Constitución había sido avasallada. Esperemos que encuentre límites. Esperemos que esto no sea el preludio de la revancha. Esperemos que esto no sea el preludio del odio. Temo que como el período que arrancó en el 2003, expresó lo mejor de nuestro pueblo, este exprese lo peor, ilegalidad, racismo, xenofobia y odio.
Ale

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