No se de dónde lo sacó

En la edición de hoy de Página 12, Raúl Kollman le realizó un reportaje al número dos de la embajada de Argentina en Venezuela. A medida que avanza la causa, se cae a pedazos la “denuncia” de corrupción del monopolio.

DECLARO EL NUMERO DOS DE LA EMBAJADA EN VENEZUELA

Por Raúl Kollmann

El número dos de la embajada argentina en Venezuela, Alberto Alvarez Tufillo, negó ayer ante el juez Julián Ercolini y el fiscal Gerardo Pollicita que el embajador Eduardo Sadous le hubiera hecho comentario alguno sobre la supuesta exigencia de coimas a empresas argentinas. “Nunca me dijo nada al respecto y nunca hizo ninguna advertencia. No sé de dónde lo sacó”, sostuvo Alvarez Tufillo. La declaración del diplomático coincide con el razonamiento hecho por el ex canciller Rafael Bielsa: “Si Sadous se quejó por cable confidencial e interno de la Cancillería por lo que consideraba una irregularidad en el convenio concretado con Venezuela por las ventas de fuel oil, ¿cómo no iba a volcar el tema de las coimas también en un cable?”, le dijo Bielsa a este diario.
El segundo de la delegación diplomática en Venezuela también hizo referencia a otro caso que Sadous mencionó en su declaración: una queja del empresario Eduardo Cavanagh, de la empresa EC&A, porque pretendían cobrarle coimas para exportar vaquillonas a Venezuela o que hubo una jugada del ex secretario de Agricultura Javier De Urquiza, para imponer una empresa amiga en lugar de la de Cavanagh. Alvarez Tufillo contó que los venezolanos armaron una licitación en la cual participaron tres empresas: Interpampas, Friar y EC&A. Según el diplomático, viajaron a la Argentina un general venezolano y cuatro técnicos para decidir a qué empresa se le compraría. El requerimiento era muy específico: se trataba de mil vaquillonas, con un proceso genético complejo. Alvarez Tufillo dijo que la licitación, realizada hacia abril de 2004, la ganó Interpampas y que las otras dos empresas no presentaron ninguna queja. El propio Cavanagh va a declarar mañana ante el juez y el fiscal.
Por último, Alvarez Tufillo también negó los dichos de Sadous respecto de la empresa Ascensores Servas. Según el embajador, Alvarez Tufillo le contó que los empresarios le preguntaron con quién tenían que arreglar, es decir a quién debían pagarle una coima. “Es una mentira. Nunca le dije eso. Además, no tiene ninguna lógica. Quien conocía a la gente de Ascensores Servas, desde Buenos Aires, era Sadous. No tiene lógica que me hubieran hecho esa pregunta a mí –señaló el diplomático–. La relación la tenía con Sadous, no conmigo.”

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