LA CARTA DE CRISTINA

Macri realizó en el día de ayer declaraciones lamentables en referencia a la posible concurrencia de la Presidenta de la Nación a la reinauguración del Teatro Colón, programada para el próximo 24 de mayo.

“He invitado a la Presidenta. Si va con su marido, su consorte, como se dice, habrá que sentarse ahí. La verdad es que finalmente es un matrimonio presidencial, como siempre he dicho”, dijo Macri.

El Jefe de Gobierno, elegido por una gran parte de los ciudadanos de la Ciudad de Buenos Aires, está procesado por el republicano hábito de realizar espionaje y escuchas ilegales. Como siempre, sea por causa de su ineptitud o falta de coraje el líder del PRO es incapaz de afrontar las consecuencias de sus propios actos y decisiones. Esta vez, nuevamente, le echó la culpa al gobierno por su procesamiento asegurando que “todo es una causa armada por el kirchnerismo” A pesar de esto, el gobierno no contestó a su locuacidad extrajudicial, al menos hasta ayer, cuando Cristina puso las cosas en su lugar y le envió una cartita.

PRESIDENCIA DE LA NACION ARGENTINA
Buenos Aires, 20 de mayo de 2010
Al Señor Jefe de Gobierno
de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Ing. Mauricio Macri

Me dirijo a usted con motivo de poner en su conocimiento que no concurriré –como hubiera sido de mi agrado– a la velada que con motivo de la reinauguración del Teatro Colón tendrá lugar el día 24 de mayo
Mi intención original, como es de público y notorio, y tal como se le informara oportunamente a usted, era la de asistir a dicho evento.
Lamentablemente la actitud que usted asumiera por hechos ocurridos en su gestión y con funcionarios designados por usted como Jefe de Gobierno de esta ciudad - hechos y designaciones que también son públicos y notorios- y la increíble catarata de agravios que ha proferido durante la última semana, llegando en el día de la fecha a manifestaciones públicas descalificatorias de índole personal, marcan un límite que no estoy dispuesta a cruzar”
La política no puede ni debe ser una mera ceremonia de cinismo e hipocresía.
Por favor, no sienta que me ha agraviado con lo que ha hecho o dicho, por el contrario, son actos impropios que sólo lesionan su propia investidura.
Disfrute usted tranquilo y sin presencias molestas de la velada del 24 de mayo. Me siento obligada en lo institucional, como presidenta de la Nación. a evitarle en el Bicentenario de la Patria cualquier tipo de mortificación personal o institucional al Señor Jefe de Gobierno de la Ciudad Aut{onoma de Buenos Aires.

Saluda a Usted atentamente.
Cristina Fernandez de Kirchner

Ante la misiva, Macri intentó recomponer las cosas, unos hablaron de “enojo” y hasta de reacción desproporcionada.
Nada de eso. El límite que no está dispuesta a cruzar Cristina es el insulto a su compañero y no porque se sienta agredida por ser parte de un “matrimonio presidencial” sino por una cuestión de principios que incluye la lealtad política y fundamentalmente la lealtad personal. Sin la capacidad de vivir con eso, en lo público y lo privado, la política se transforma en un juego de apariencias, una “ceremonia” o como en el caso del PRO, en una empresa.

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